Lo que las arenas esconden, de Roberto Bustillo

Lo recuerdo perfectamente. Como cada fin de semana, en la madrugada del 20 al 21 de octubre de 2007 me dispuse a meterme en la cama con la intención de escuchar el que en aquel momento era uno de mis programas de radio favoritos: La rosa de los vientos. Algo me pareció extraño pues, aunque el programa debería haber comenzado un rato antes, al sintonizar Onda Cero, en lugar de escuchar la cálida voz de Juan Antonio Cebrián, la cadena estaba emitiendo una selección musical sin locutor. Supuse que algún problema técnico habría impedido la emisión; pero no fue hasta la hora en punto, cuando anunciaron que el presentador y alma mater del programa había fallecido de un ataque al corazón ese mismo día.

portada-lo-que-las-arenas-escondenEl gran periodista de divulgación había perdido la vida a la edad de 41 años dejando viuda y un hijo muy pequeño. Desde el preciso instante en el que supe la noticia, tuve muy claro que muy difícilmente podría volver a surgir un profesional de su talla. Tras el shock inicial, su espacio continuó emitiéndose en Onda Cero. De hecho, actualmente es co-presentado por Silvia Casasola (su viuda) y por Bruno Cardeñosa (uno de sus más estrechos colaboradores). Sin embargo, tras la desaparición del genial Juan Antonio, el programa perdió una gran parte de su esencia. Todavía lo sigo escuchando, pero ya no es lo mismo. Y no hay un solo fin de semana en el que no lamente el fallecimiento de aquel genio de las ondas.

A modo de homenaje, se creó un premio literario a la divulgación histórica con su nombre. Hoy quiero reseñar uno de los libros que han obtenido dicho premio, en concreto el elegido durante la tercera edición: Lo que las arenas esconden, de Roberto Bustillo. Una de las premisas de esta obra (editada por Glyphos Publicaciones), así como de todas las que obtienen el galardón, es fomentar la escritura de ensayos “de divulgación, investigación y difusión de la historia en general”, siendo además un valor añadido —según remarcan las bases del premio— que el texto sea ameno y riguroso.

Sin perder un ápice de rigor, este ensayo es ante todo ameno. Cualquiera que disfrute con la lectura de un libro de historia sabe que no hay mejor forma de alejar a un lector de este tipo de obras que aburriéndole soberanamente con miles de datos, citas, referencias y notas a pie de página. Entiendo que es algo necesario cuando se trata de investigar un tema de carácter académico y de escasa difusión; pero si la pretensión del autor es que le lean otras personas a parte de sus cuatro compañeros de la universidad, el texto debe ser entretenido y de fácil lectura. Y no me digan que eso no es posible, ya que hay ensayos que derrochan erudición por los cuatro costados y que son verdaderamente divertidos. No hace falta que ponga más que dos ejemplos: España inteligible, de Julián Marías (breve libro de carácter didáctico que debería ser leído obligatoriamente en todos los colegios); y España, un enigma histórico, de Claudio Sánchez Albornoz (esta obra bastante más voluminosa, pero igual de interesante).

Las temáticas que subyacen en Lo que las arenas esconden

roberto bustillo
Fotografía de Roberto Bustillo

Hace tiempo un periodista de divulgación científica me dio un consejo para escribir sobre temas áridos y complejos. Si se pretende enganchar a los lectores, evitando que se aburran y abandonen enseguida la lectura, lo más conveniente es empezar siempre con un ejemplo cercano y comprensible. De ese modo los lectores se predisponen a entender una realidad compleja. Gracias a ese ejemplo previo que ayuda a entrar en materia, los receptores del mensaje abren su mente de tal forma que son capaces de asimilar aquella idea que el escritor quiere transmitir. Así es también como lo hace Roberto Bustillo al principio de cada capítulo, ya que su intención principal, junto con sus ansias de divulgar, es que la gente entienda lo que él explica.

La temática del libro —aunque puede parecer propia en muchos casos de la arqueología o de la historiografía, cuando no directamente de la astronomía o de la química—, se acerca mucho a esos asuntos que se trataban en La rosa de los vientos. Porque no hay mejor técnica para captar la atención que aderezar de enigmas y misterios cuestiones del pasado y del presente que todavía no han quedado claras o que son controvertidas.

Se podría decir que este texto está orientado a aquellos a los que se les erizan los vellos con los inexplicables enigmas de Egipto, con los extraños animales que encontró Julio César en los bosques germánicos o con la posibilidad de encontrar vida en otros planetas. Si estos temas te interesan, este libro de apasionará. Te lo garantizo.

Las siete maravillas del mundo antiguo

yacimiento arqueologico
Yacimiento arqueológico

Lo que las arenas esconden se estructura alrededor de tres ejes temáticos. El primero de ellos pertenecería al ámbito propio de la arqueología. El eje vertebrador de esta primera parte son las distintas maravillas del mundo antiguo, muchas de ellas desaparecidas, ya sea porque se encuentran ocultas bajo muchos metros de tierra o porque simplemente se han destruido.

Es esta primera parte la que da título al libro y describe las características de una serie de antiguas civilizaciones muy ricas y mucho más sofisticadas de lo que podríamos imaginar. Unas civilizaciones hoy en día extinguidas que empleaban el marfil para sus altares, el bronce para sus colosos y el recubrimiento cerámico para sus murallas. Civilizaciones esplendorosas que trataron de ganar la batalla de las antiguas relaciones públicas, cada una en un momento histórico determinado, mediante la ostentación de poderío y riquezas sin parangón.

Animales mitológicos y legendarios

La criptozoología y los seres de leyenda ocupan la segunda parte del libro. Y es en esta sección en la que Bustillo bucea a través de los documentos y navega por las bibliotecas para encontrar justificación o para derribar una serie de mitos, leyendas y creencias populares que en muchas ocasiones te pueden dejar anonadado. Seguro que si ves habitualmente Cuarto milenio, más de una vez te habrás preguntado si esas historias fantásticas que se narran en el programa de Iker Jiménez son ciertas o son solo fruto de una mente calenturienta y fantasiosa.

Haciendo gala de un espíritu crítico muy marcado, citando siempre fuentes solventes sobre las que se apoya con seguridad, trata de explicar lo que puede haber de verdad en leyendas como las de las sirenas, los tritones, el hombre pez de Liérganes —que el propio Padre Feijoo investigó de primera mano— así como otras manifestaciones de la antropología fantástica o misteriosa. Pero siempre desde el rigor y el análisis exhaustivo.

A modo de ejemplo, es verdaderamente interesante el desarrollo histórico y documental que realiza sobre una cuestión tan legendaria como la existencia de las amazonas. A partir de una cita encontrada en la Gaceta de Madrid, traza una línea de testimonios sobre el asunto que parten de una tribu del siglo XIX asentada en Java, pasando luego a analizar los testimonios de descubridores como Orellana, Colón, Magallanes o Elcano, para luego confeccionar un apasionante análisis literario de la Odisea de Homero.

¿Hay vida fuera de nuestro planeta?

viaje a la luna
Viaje a la luna

La última parte del libro se nutre de materias como la astronomía y la exobiología. Pero estas disciplinas no deben asustar a los lectores más generalistas, ya que lo que está relatando Roberto Bustillo bajo el título Más allá del horizonte no es otra cosa que una de las grandes preguntas del ser humano: ¿hay vida fuera de nuestro planeta?

Me ha sorprendido gratamente la vasta cultura del autor, sobre todo en los pasajes en los que desgrana las numerosas obras literarias que relatan supuestos viajes a la luna. Aunque es evidente que estas fuentes literarias no tienen ningún peso científico, esta es la mejor forma de explicarnos que uno de los grandes anhelos del ser humano —la obsesión por los viajes espaciales— no es exclusivo de nuestros tiempos.

Con ese espíritu racionalista que impregna toda la obra, Bustillo explica con soltura uno de los enigmas que siempre me han parecido más cautivadores: la capacidad que tuvo Julio Verne de anticipar y profetizar en sus escritos muchos de los inventos que actualmente son habituales. Llegado a este punto quiero hacer un inciso para aludir a su novela París en el siglo XX, escrita en 1863 y cuya trama transcurre en 1960. En ella se describe cómo sería un futuro hipertecnificado, dominado por las máquinas y la tecnología, en el que ya no se venden libros de ficción en las librerías, las cuales se han convertido en grandes superficies impersonales. Pero eso no es todo, ya que Verne fue capaz de predecir innovaciones posteriores como el coche propulsado mediante un motor de explosión, el tren de alta velocidad sobre raíles elevados, el fax, la fotocopiadora, la iluminación eléctrica en las ciudades,…

Muchos seguidores de la teoría de la conspiración aseguran que Verne pertenecía a una sociedad secreta formada por los hombres más poderosos de la época. Según estos conspiranoicos, los grandes avances del siglo XX ya estarían creados en tiempos del escritor, pero solo irían apareciendo según los intereses de estos grandes potentados. Esta tesis se vería sustentada por la desaparición del manuscrito de París en el siglo XX hasta que en 1989 un descendiente del escritor lo encontró en una caja fuerte olvidada y lo publicó. Sin embargo, Roberto Bustillo aclara que Julio Verne fue capaz de anticipar una cantidad ingente de avances científicos debido a sus geniales intuiciones fundamentadas en una sólida formación científica.

Mi opinión coincide parcialmente con la de Bustillo. Teniendo en cuenta que en todas sus obras aparecen unos cuantos inventos y que muchas de sus predicciones han errado estrepitosamente, yo añadiría también que una gran parte de los inventores de los siglos XX y XXI han sido unos lectores voraces de ciencia ficción. Y dentro de la ciencia ficción, un escritor como Julio Verne es fundamental, con lo que es casi seguro que muchos de ellos leyesen sus obras con fervor. Y tal vez lo encontrado en aquellas lecturas, siempre que existiese una mínima viabilidad técnica, fuese la mejor y más perfecta inspiración para estos innovadores que han impulsado el desarrollo tecnológico de nuestra sociedad. De ser así, Julio Verne no sería un profeta, sino que más bien sería un inspirador.

En esta última parte Roberto Bustillo también plantea desde un punto de vista indiscutiblemente científico una conjetura que me resulta seductora y que desconocía por completo hasta ahora. No voy a destriparla en esta reseña, ya que lo mejor es que compres el libro y la leas por ti mismo. Tan solo te diré que hay un satélite de un planeta lejano en el que se produce una extraña coincidencia de tres fenómenos químicos que no podrían explicarse si no es porque algún ser vivo está consumiendo determinados componentes químicos que deberían hallarse en el satélite y que actualmente no se encuentran presentes en su superficie. Si no aguantas más el suspense y quieres conocer en profundidad esta hipótesis, compra el libro pinchando en este enlace y vete hasta la página 258.

Compra ya en un solo click el libro Lo que las arenas esconden, de Roberto Bustillo. 

Compra ya en un solo click otros libros de Glyphos Publicaciones. 


 

Si este artículo te ha gustado, te agradecería que le dieses la máxima difusión a través de las redes sociales, pinchando en uno de los iconos de abajo. Y para recibir las nuevas actualizaciones, lo mejor es suscribirse a las entradas del blog rellenando el formulario que se encuentra un poco más abajo, después de los comentarios. 

Imágenes tomadas en Internet de los sitios web 

http://glyphos.net/

http://www.facebook.com/pages/Roberto-Bustillo/1423125577911096

http://archaeologynewsnetwork.blogspot.com.es/

http://goodpixgallery.com/

http://www.redesignrevolution.com/

Si las imágenes están sujetas a derechos de autor y consideras que deben ser retiradas, ponte en contacto con Wanderer75.

4 comentarios sobre “Lo que las arenas esconden, de Roberto Bustillo

  1. Hola Ricardo

    Yo tambien era seguidor de La Rosa de los vientos de J.A. Cebrian, aunque ahora sigo escuchando los podcast, en ocasiones se echa en falta al maestro, su voz, el clima especial que creaba con los colaboradores y sus fabulosos pasajes de la historia.
    Creo que a todos nos fascina el misterio y lo desconocido y quine diga lo contrario miente, asi pues tomo buena nota de tu recomendacion.
    Un saludo.

    1. Muchas gracias por tu comentario, Xabi. A parte de La Rosa de los Vientos hay otro programa que escucho en podcast que se llama La Escóbula de la Brujula. En ese programa participan una gran parte de los colaboradores de Cebrián, pero lo hacen más al estilo de la sección Monográficos de la Zona Cero. Eligen un tema y se tiran dos horas hablando sobre ese tema. Muy recomendable también.

  2. Estimado Ricardo: mi felicitación y agradecimiento por tu excelente recensión de «Lo que las arenas esconden», y enhorabuena por tus muy interesantes aportaciones literarias y culturales a través de la red.
    Recibe un afectuoso saludo desde Galicia.

    Roberto Bustillo.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.