Como soy optimista por naturaleza, siempre trato de ver el vaso medio lleno. Por eso creo que es muy positiva la actual mentalidad ahorradora de los españoles. Aunque haya tenido que ser la crisis la que cambie nuestra forma de ver la vida, es conveniente que extraigamos las mejores enseñanzas. Y una de ellas es esta de ser más ahorradores. ¿Y cómo podemos ser más ahorradores en lo que al automóvil se refiere? Pues recurriendo a los desguaces de coches en caso de que nos hagan falta recambios.
En épocas de carestía, uno de los gastos que más temen las familias que llegan justas a fin de mes es el del mantenimiento del vehículo. Se ha constatado que en los peores momentos de la crisis la gente comenzaba a aplazar —o directamente a “olvidar”— el mantenimiento de su coche. El problema añadido surgía cuando el coche era necesario para mantener un empleo en precario, y por falta de mantenimiento, o por mala suerte, este se averiaba.
Una gran parte de la factura de una reparación proviene de las piezas. Y es en estas piezas en donde podemos obtener alguna rebaja, sobre todo si nuestro coche tiene ya una antigüedad elevada. En este caso, una opción interesante para no vaciarte completamente el bolsillo es buscar las piezas que te hacen falta en un desguace.
Funcionamiento de un desguace
Por ley, para dar de baja un coche, hay que entregarlo en un Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos. Pero no solo se dan de baja vehículos muy viejos, ya que un automóvil declarado siniestro total, como en muchas ocasiones no compensa repararlo, también terminará en un CATV aunque su antigüedad no sea tan elevada.
Lo que hacen estos desguaces es destruir los coches que llegan hasta ellos, reciclando la mayor cantidad de componentes posibles y eliminando los materiales más contaminantes conforme a unos procesos estandarizados. Eso significa que las piezas que se revenden en uno de estos centros están completamente revisadas y certificadas.
La garantía de un recambio de segunda mano
Los recambios usados son los que un desguace recupera y comercializa, tras una exhaustiva verificación. El trabajo se efectúa con elevadas dosis de profesionalidad. Pero junto a estos recambios de segunda mano, también se comercializan las piezas reconstruidas, que suelen estar formadas por varios componentes. En el caso de este segundo tipo de piezas, el desguace debe desmontar, limpiar, rectificar y chequear que todo funciona correctamente.
Gracias a esos exhaustivos controles de calidad, la compra de un motor completo, de una caja de cambios, o de cualquier otra pieza suelta a un desguace es una operación segura y garantizada. Y más desde que la actual Ley de Defensa de los Consumidores fija para este tipo de piezas adquiridas en un desguace una garantía de un año. Así que si estás pensando en recurrir a un desguace para comprar ese recambio que hace falta y andas algo escaso de fondos, no lo dudes más y corre al desguace más cercano.
Si este artículo te ha gustado, te agradecería que le dieses la máxima difusión a través de las redes sociales, pinchando en uno de los iconos de abajo. Y para recibir las nuevas actualizaciones, lo mejor es suscribirse a las entradas del blog rellenando el formulario que se encuentra un poco más abajo, después de los comentarios.
Imágenes tomadas en Internet de los sitios web
http://www.webuyanycarforscrap.co.uk/
Si las imágenes están sujetas a derechos de autor y consideras que deben ser retiradas, ponte en contacto con Wanderer75.
2 comentarios sobre “Los desguaces de coches, una buena solución en tiempos de crisis”