Declaración de intenciones

En alemán, el vocablo «wanderer» significa «excursionista» o «andarín». Con este curioso nombre bautizaron los mecánicos Johann Baptist Winklhofer y Richard Adolf Jaenicke en 1887 las bicicletas que fabricaban en Chemnitz, Alemania. Pronto la empresa diversificó su actividad construyendo también máquinas de escribir y máquinas de sumar y restar. En 1902 habían empezado a fabricar motocicletas y en 1905 ya trabajaban con prototipos de automóviles. Con la idea en la cabeza de lanzar un producto de alta calidad, necesitaron siete años de experimentación para presentar en 1912 el Wanderer «Puppchen» (en español podría traducirse como «muñequita»). Enseguida se convirtió en un éxito sin precedentes, considerando el pequeño modelo Wanderer como uno de los mejores coches de tamaño medio creados en Alemania.

Durante la Primera Guerra Mundial, Wanderer fue el proveedor de casi la mitad de las motocicletas adquiridas por el ejército alemán. Por otra parte, las ventas de sus automóviles marchaban viento en popa, siendo Wanderer considerada como una marca tradicional, de diseños conservadores y clientes leales que no gustaban de las innovaciones. Gracias a ese valioso fondo de comercio, Wanderer pudo aguantar los embates de la crisis alemana del duro período de entreguerras.

Lo que siempre me ha atraído de Wanderer es la poderosa personalidad de sus fundadores. En concreto la de J. B. Winklhofer. Nacido en Múnich, comenzó su vida profesional como mecánico tornero, para pronto pasar a ser agente representante del fabricante de velocípedos de rueda alta Rudge. Al coincidir con R. A. Jaenicke, ambos decidieron montar su negocio de reparación de bicicletas que sería el germen de Wanderer. Pero Winklhofer no permanecería toda su vida profesional en Wanderer. Pese a que ostentó el cargo de consejero hasta 1929, desde 1916 compaginó la actividad automovilística con la creación de una empresa de municiones y cadenas.

Dado su caracter emprendedor, cuyas pulsiones creativas le obligaban a iniciar nuevos negocios cada cierto tiempo, estableció un decálogo que debería ser norma básica de comportamiento para cualquier empresario:

1. La primera y más básica condición es un conocimiento exhaustivo de la profesión.
2. La ambición de hacer cada cosa mejor que los demás.
3. Seguir firmemente el principio de que al cliente solamente se le puede dar lo mejor, a cambio de su dinero.
4. Se debe disfrutar ilimitadamente con el trabajo.
5. Trabajar siempre con los métodos más innovadores y con los mejores equipamientos.
6. La mayor parte del dinero que se obtenga a través del negocio debe invertirse en la obtención de equipamientos necesarios.
7. Situar al hombre adecuado en el puesto de trabajo adecuado.
8. Vivir de manera sencilla y razonable para poder llegar al trabajo con la cabeza despejada.
9. Estar consciente de que uno no puede o no tiene que realizar todo tipo de negocio.
10. Es necesaria una dosis considerable de paciencia para esperar la llegada del éxito, aunque a veces parezca imposible que éste pueda llegar.

Este decálogo ha iluminado e inspirado siempre mis labores profesionales. Y por eso quiero que estos principios rijan también las actividades de este magazine. Con un formato de blog, voy a escribir artículos, compartir informaciones, vídeos, fotografías, de un modo original y distinto. Ante todo quiero que esta publicación sea entretenida.

Como el camino al éxito, según Winklhofer, depende de un conocimiento exhaustivo de la profesión, les recomiendo que lean este enlace para saber más de mí. Si no les parece suficiente, no se preocupen. Sigo leyendo, estudiando, probando, aprendiendo para cada vez saber más de este negocio. Por eso una de las labores principales de este blog será publicar artículos divulgativos en los que daré consejos para aprender a comprar y vender coches. En otras ocasiones lo que haré será opinar sobre los vehículos que vaya probando, tanto nuevos como usados. Pero como quiero que este espacio sea dinámico, vamos a intentar que se vean la mayor cantidad posible de fotos y vídeos. Gracias a las nuevas tecnologías, hoy en día este propósito es mucho más fácil de cumplir que cuando no había Internet y tan sólo teníamos revistas o periódicos. Además, también habrá hueco para opinar y comentar sobre los coches eléctricos, híbridos, ecológicos o alternativos. Seguro que mis opiniones no les defraudarán. Para quien quiera ir abriendo boca, en este link tienen unos cuantos ejemplos de mis publicaciones en Altrade, el anterior blog que editaba.

Otras secciones que irán creciendo conforme pase el tiempo serán las de los coches de alquiler. Y es que no olvidemos que este segmento está empezando a cobrar una gran importancia, siendo este tipo de operaciones las que están manteniendo el tocado mercado actual.

Todo esto lo voy a hacer con la ambición de mejorar cada día, ofreciendo a los lectores lo que considero que son mis mejores artículos. Aunque de momento este blog es totalmente gratuito, eso no quita para que disfrute plenamente con lo que hago: para mí, escribir del mundo del motor es una de las tareas con las que más disfruto.

Por cierto, ¿saben ustedes qué fue de la marca Wanderer? En 1928 la empresa se reestructuró, invirtiéndose en el departamento de automóviles cerca de 11 millones de marcos. Además, se contactó con

Ferdinand Porsche para que inyectase savia nueva a una marca muy conocida por su calidad, con diseños sólidos y eficientes, pero algo monótona en su concepción. El impulso de Porsche fue muy llamativo haciendo que los cochestriunfasen en muchas competiciones, sobretodo en las de fiabilidad.

Al inicio de 1932, la división de automóviles de Wanderer fue cedida en alquiler a Auto Union por un período de diez años. No debemos olvidar que Auto Union es el origen de la actual Audi, que surge de la fusión de Horch, Audi, DKW y Wanderer. De ahí el origen de los cuatro aros, que correspondían a los cuatro logos unidos en igualdad, sin distinciones ni favoritismos. Pero esto lo dejaré para otra entrada.

Guía para no perderse en el blog