Si queremos deslumbrar llegando a un evento con un coche de lujo y un chófer que nos abra la puerta, ahora podemos hacerlo a un precio razonable, no mucho más caro que un taxi. Gracias a Cabify, tenemos la posibilidad de disfrutar de la experiencia de tener siempre un conductor preparado en cualquier momento, al que podemos avisar desde nuestro smartphone.
Si disponemos de un teléfono inteligente, mediante la app de Cabify les advertimos de que necesitamos un conductor, indicando el lugar donde nos encontramos. En ese momento el chófer más cercano recibe un aviso y se dirige hacia el punto en el que le estamos esperando. Mientras llega, podemos ir recibiendo información detallada e, incluso, se puede hablar directamente con él. Una vez en el vehículo, el conductor confirma el destino al que queremos ir y se dirige hacia él. Cuando se ha finalizado el viaje, la propia empresa se encarga de procesar el pago mediante tarjeta de crédito.
Cabify no es un servicio de taxi convencional, ya que este servicio está destinado a un tipo de cliente distinto, más selecto, que busca un trato distintivo, más diferenciado. La excesiva regulación y rigidez que sufre el sector del transporte público fue lo que espoleó a Juan de Antonio a crear una solución premium, de berlinas de lujo –actualmente hay treinta- circulando por Madrid, preparadas para que cualquier ejecutivo o cliente particular pueda reclamarlas en cualquier momento.
La gestión se realiza a través de la aplicación para smartphone o desde el propio ordenador, y se lleva a cabo a un precio reducido. Como ejemplo, la empresa estima que un trayecto en Madrid, con tráfico normal, entre Ópera y Quevedo puede valer unos 10 euros. Lo mejor es que no hay bajada de bandera, ni se empieza a cobrar desde que el automóvil es avisado.
Ahora ya no tenemos excusa para poder aparecer en una boda o cualquier otro evento como los VIP más importantes. Pruébenlo y cuenten sus experiencias a través de los comentarios.
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