Mitos y leyendas de los radares (II)

Ayer expliqué cómo funcionaban los radares que limitan la velocidad. Junto a ello, distinguí también entre aquellos que operan por microondas y los que lo hacen por láser. Pero en el post de hoy voy a profundizar más, para que todos sepamos correctamente identificar cada tipo.
Radar de pórtico - Foto: www.todo-poi.es
Radar de pórtico – Foto: http://www.todo-poi.es

Uno de los motivos por los que más multas por exceso de velocidad se anulan estriba en la deficiente conservación a la que se someten los radares. Por ley, es obligatorio que se homologue cada aparato antes de empezar a funcionar en España. Durante el proceso de homologación, se coloca un precinto que garantiza que no han existido manipulaciones que puedan haber alterado su funcionamiento. Además, una vez al año se deben realizar revisiones periódicas exhaustivas, lo mismo que si se efectúa una reparación que haya afectado al precinto de homologación. Los fallos y descuidos de mantenimiento por parte de la Administración pueden suponer que la multa quede anulada, si ésta se apoya en una prueba de un radar sin la correspondiente revisión.

El hecho de que coexistan varios tipos distintos de radares en España hacen que no debamos confiarnos en exceso. Por eso es importante que conozcamos los distintos tipos que controlan el tráfico en España:

  • Radares de tramo: hay que tener mucho cuidado con ellos ya que utilizan dos cámaras situadas al principio y al final del tramo que desean medir. Su funcionamiento es sencillísimo: si la velocidad permitida es de 100 kilómetros por hora, para recorrer un kilómetro no podemos emplear menos de 36 segundos. Si lo hacemos en menos tiempo, habremos superado la velocidad permitida.
  • Radares de pórtico: son aquéllos que se colocan aprovechando los pórticos, paneles luminosos, señales de tráfico,… Se emplean en autovía y en autopistas. Es bastante habitual que estén situados justo detrás de un panel luminoso que anuncia el control de velocidad. Lo habitual es que pillen a los vehículos que circulan más rápido por el carril izquierdo.
  • Radares de cabina: son fijos y suelen estar situados en la cuneta, junto a paneles o pórticos, o en la mediana. Lo más normal es que estén ubicados en el lado derecho de la calzada y se utilizan en autovías, autopistas y carreteras secundarias.
  • Radares móviles: como su propio nombre indica, pueden desplazarse de un lugar a otro y cada vez se ocultan en un sitio distinto. Habitualmente se instalan en automóviles camuflados en el arcén, detrás de letreros, en pasos a nivel o debajo de puentes.
  • Radares de poste: no son muy habituales, y casi siempre se instalan en ciudades, al borde de la calzada. Son fáciles de reconocer porque tienen un gran poste con una caja encima.
Continuará
Mitos y leyendas de los radares (I)
Mitos y leyendas de los radares (III)

3 comentarios sobre “Mitos y leyendas de los radares (II)

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