Las chicas del tio Bob

Los comics me parecen un fenómeno cultural muy respetable, aunque a mi no me terminan de interesar. Sin embargo, cuando el comic trata sobre el mundo del motor, creo que puede tener un lugar en Wanderer75. Sigan leyendo y se sorprenderán.

Como decía en la entradilla, no me apasionan los comics. Aunque no critico sin conocimiento de causa, ya que sí que he leído alguno. De pequeño, me encantaban. Pero siempre he preferido los libros normales. En especial, las novelas. Para mucha gente de mi generación, la lectura de comics por adultos es algo muy habitual. Incluso algún amigo tengo que lee muchos, y en más de una ocasión me ha recomendado alguno. Su insistencia ha sido siempre tanta que, en alguna ocasión, me he puesto a leer alguno de los que me prestaba. Por eso no me duelen prendas en reconocer que ya siendo talludito me leí novelas gráficas de Frank Miller como “300”, “Sin City”; o la desasosegante “Como un guante de seda forjado en hierro” de Daniel Clowes.

No escribo esta entrada para hablar de mis aficiones —o, mejor dicho, “no aficiones”— sino para recomendarles un comic que he conocido a través de esta entrada del blog Zona Rápida. La obra en cuestión se titula “Las chicas del tío Bob” y es una historieta de coches que tiene una pinta estupenda. En ella se narran las vicisitudes del equipo Aseptogyl. Con un nombre así, es lógico que a las componentes del equipo, todas ellas mujeres, las acabasen llamando “Las chicas del tío Bob”. Los vehículos con los que competían eran de color rosa y su patrocinador, una marca de dentífrico. El «tío Bob» no era otro que el dentista y corredor de rallyes Bob Neyret, que promovió y dirigió un equipo automovilístico que alcanzó gran fama en la Europa de los años 70.

Si quieren conocer más del equipo Aseptogyl, les recomiendo que lean la entrada “Team Aseptogyl, las chicas de los rallyes” del blog Zona Rápida. Y si les interesa leer el comic, pinchen en este enlace para poderlo comprar online. Aquí les dejo con la sinopsis y unas capturas para que juzguen por ustedes mismos:

En 1969, Bob Neyret es un piloto en todo su esplendor. Su duelo con Roger Sandman, su gran rival, ocupa todos los diarios. Pero su última confrontación en el Tour de Córcega acaba en un terrible accidente. Además, esta década de los 70 será el final del reinado de su montura fetiche, el Citroen DS. En compañía de su amigo Jeannot, Bob visita a Marie-Marie, su «sobrina», bailarina en el Crazy-Horse. Allí se le ocurre la idea de hacer correr a chicas en el prestigioso rally de Montecarlo para atraer a los sponsors. ¡Pero Marie-Marie y su amiga Christina convencerán a Bob de que no son sólo unos bonitos adornos: son auténticas y talentosas pilotos!