Ayer estuve hablando de las implicaciones fiscales que conlleva, para los usuarios, la cesión y uso de un coche de empresa. Tangencialmente hablé de una forma de adquisición que ciertas empresas están empezando a implantar. Básicamente consiste en que, cuando un empleado quiere comprarse un coche para su disfrute particular, la empresa le ofrece la posibilidad de contratar un renting para que el trabajador pague unas cuotas más reducidas. En este artículo conoceremos las particularidades de esta modalidad.

Ya sabemos que en estos tiempos el acceso al crédito está vetado para muchos particulares. En paralelo, se observa que hay grandes empresas que cada año aumentan sus beneficios. Y esas entidades solventes sí que siguen siendo atendidas correctamente por las bancos. Gracias a eso, algunas grandes empresas están ofreciendo a sus empleados una posibilidad beneficiosa para ambos: la compañía encarga el vehículo elegido por el empleado para contratar un renting a nombre de la propia empresa. El trabajador solo pagará a su empleador el importe de las cuotas mensuales descontando el IVA, ya que las personas jurídicas pueden deducirse este impuesto. Y, junto a eso, la empresa se aprovecha de las ventajas de contratar un renting.

En mi opinión, esta modalidad es beneficiosa para todas las partes. El asalariado accede a un precio mejor ya que los coches para renting tienen más descuento que los de los particulares, y además se ahorra el IVA. Consigue, por otra parte, comprarse un automóvil pagando nada más que una cuota mensual que incluye todos los gastos como el seguro, el mantenimiento, los impuestos municipales,… Por no hablar de los impedimentos y las trabas que actualmente las entidades financieras están planteando a la concesión de préstamos, y que de ese modo consiguen sortearse gracias a la mayor solvencia de la empresa (siempre que presente unos resultados aceptables). Asimismo, si la compañía está dispuesta a embarcarse en una operación así, también está planteando un voto de confianza hacia la estabilidad laboral de su empleado, ya que por lógica nadie le proporcionaría un crédito a alguien al que piensa despedir en poco tiempo. Y cuando finaliza el período contratado en el renting, el empleado puede quedarse con el vehículo pagando el valor residual o puede sustituirlo por otro modelo.
Desde la perspectiva de la empresa, el beneficio directo sería la desgravación del IVA. Pero no solo eso, ya hemos visto en otros artículos que el renting también permite una amortización acelerada del bien, al igual que una reducción de la base imponible para el Impuesto de Sociedades. Unas ventajas contables que no deben ser despreciadas por ninguna de las partes y que pueden ser una buena forma de que la empresa tenga a un trabajador contento, mientras que a este le sale algo más barato el coche que quiere.
Nunca me lo había planteado así la verdad… Me parece una aportación muy útil la que haces. Es más, creo que puede que tome esta entrada como idea futura a llevar a cabo. Yo trabajo para una empresa desde hace tiempo y hago muchos kilómetros al año.
¿Podría interesarles a ellos ofrecerme este servicio? Espero de verdad que vean los beneficios que comentas, porque a mí también me vendría bien aligerar los gastos mensuales si de esta forma pudiera, aunque no me quedar el coche en propiedad.
¿Tú me lo recomendarías o depende de otros factores también? Me gustaría saber tu opinión sincera además de la que aportas en el artículo.
Muchas gracias y que acabes de pasar un buen día,
Lorena
Hola, Lorena. Gracias por tu interés. Conozco el caso concreto de una gran empresa que tiene por costumbre ofrecerle a sus directivos y mandos intermedios esa posibilidad. Pero está claro que depende mucho de cómo estén las cuentas de cada empresa.
Hoy en día no es una buena solución para una sociedad que esté pasando por apuros. En principio, le puede interesar más a aquellas que quieran reducir la base imponible del Impuesto de Sociedades. No obstante, puede haber ocasiones en que no sea la mejor solución.
Lo que pretendo con este artículo es dar ideas para algunas empresas que están en la situación que comento y que piensan que un coche de empresa puede ser un buen incentivo para ciertos empleados.
También puede ser un buen argumento para que convenzas a tu empresa. Aunque la clave está en la situación financiera de la empresa y en la forma de tributar.