Para exhibicionistas de ego frágil y mucho afán de notoriedad, no hay nada mejor que darse un largo paseo a los mandos de un Lamborghini Gallardo. Y si encima pueden grabar un vídeo y subirlo a Youtube, pues mejor que mejor. Aunque no es oro todo lo que reluce.

En la televisión, empezando por las noticias y terminando por los realities, todo, absolutamente todo, es mentira. Cuando ustedes ven en la pantalla a una pareja solicitando información a un empleado de banca, lo más probable es que todos formen parte de la plantilla de ese mismo banco, si es que no son dos actores fichados expresamente para la realización del reportaje. Si el anuncio se estructura con testimonios de gente corriente, casi siempre suele tratarse de intérpretes contratados para tal efecto. Y si una persona desconocida, que dice ser millonaria, aparece en un reportaje comprando como loca en una boutique de lujo, generalmente tiene que devolver lo que ha adquirido nada más apagar las cámaras.
Esto lo digo con conocimiento de causa, por propia experiencia, ya que hace un par de años una productora me pidió el favor de que me hiciese pasar por un comprador en uno de esos reportajes que periódicamente se emiten dando consejos sobre cómo comprar coches usados. Por eso sé de lo que hablo.
En el caso del vídeo que vamos a ver a continuación, los realizadores quieren hacernos creer que la protagonista es una joven millonaria que acaba de comprar un Lamborghini Gallardo. Pero, aunque pueda parecerlo, la protagonista no es ni Paris Milton ni Tori Spelling, sino una azafata de 22 años de Australia. Seguro que se preguntan cómo es posible que una chica tan joven tenga dinero para un capricho tan caro. Si no conocen el trasfondo del vídeo, lo más probable es que estén reconcomiéndose de envidia pensando que el mundo es injusto y que por qué unos tienen tanto y otros tan poco. Primero vean el vídeo, y luego les explicaré el trasfondo de este pequeño engaño.
Al igual que sucede en las teletiendas, que cuando promocionan una máquina de gimnasia pasiva que promete la pérdida de los michelines o la barriga sin el más mínimo esfuerzo, colocan una foto del antes y otra del después de los que han usado dicho aparato, los creadores de un sistema de Forex han creado una serie de identidades falsas seleccionando a actores que se hacen pasar por usuarios exitosos de dicha fórmula. Y entre ellos han publicitado el vídeo de esta linda australiana (creando todo un perfil en las redes sociales para darle a su vida una mayor verosimilitud).
Siempre que veo uno de estos anuncios al estilo de: “el secreto que solo conocen los ricos y que no quieren que se difunda”, no puedo evitar pensar en lo absurdo de divulgar un conocimiento tan excelso. Si de verdad fuese posible hacerse millonario de un modo tan sencillo, ¿por qué molestarse en enseñar el método por unas cuantas migajas en forma de cursillos o libritos de autoayuda? ¿Por amor a la humanidad? ¿Por filantropía? Me da a mí que a estos gurús del éxito financiero que prometen la riqueza inagotable les pasa como a los mentalistas que todos los años juran y perjuran que son capaces de adivinar el premio gordo de la Lotería de Navidad con unos meses de anticipación. Un número, por cierto, al que nunca juegan (si quieren que les cuente el truco, no tienen más que pedírmelo en los comentarios).
Si este artículo les ha gustado, les agradecería que le diesen la máxima difusión a través de las redes sociales.
Un comentario sobre “Lo mejor para aparentar, un buen superdeportivo”