La subida del límite de velocidad a 130, una medida inaplicable

Con la aprobación de la nueva ley de reforma de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial, se aumenta por fin el límite de velocidad a 130 kilómetros por hora en determinadas circunstancias. Una medida de gran calado que mucha gente lleva considerando necesaria desde hace mucho tiempo, pero que a priori parece poco o nada aplicable, dadas las condiciones actuales de las vías españolas.  
Nuevo límite a 130 - Foto: www.libremercado.com
Nuevo límite a 130 – Foto: http://www.libremercado.com

Si exceptuamos la pléyade de autopistas de peaje cuyas empresas concesionarias están actualmente en concurso de acreedores, y que por su escaso tráfico se encuentran en bastante buen estado, el resto de las carreteras españolas están en unas condiciones lamentables. Algo que puso negro sobre blanco la Asociación Española de la Carretera la semana pasada cuando afirmó que los presupuestos para mantenimiento de carreteras han caído desde 2009 un 39%, siendo necesarios más de 5.500 millones de euros para poner en un nivel decente toda nuestra infraestructura vial.

Es por eso que muchos expertos han reparado en el incentivo encubierto que va a suponer para esas autopistas de peaje la posible aplicación de esta reforma. Ya que es evidente que estos límites variables solo se van a aplicar de un modo circunstancial, en vías de alta capacidad caracterizadas por su baja siniestralidad histórica, y en función de las condiciones climatológicas y el trazado y el estado del firme.

Actualmente, en recorridos que pueden realizarse tanto por autovía como por autopista de peaje, se suele indicar mediante rótulos luminosos que el trayecto por la vía de pago es más corto, reflejando incluso los minutos que se ahorran. Así que supongo que también mostrarán que en ese tipo de carreteras se puede circular a 130 kilómetros por hora. Por mucho que el Gobierno insinúe que el aumento en diez kilómetros por hora en vías de alta capacidad es una compensación por la reducción de la velocidad en carreteras secundarias, al final da la sensación de que lo que están tratando es de fomentar el uso de este tipo de infraestructuras. Sobre todo ahora que se anuncia que el Estado rescatará a las empresas concesionarias de autopistas deficitarias.

Autopista de peaje R-2 - Foto: http://dfc-economiahistoria.blogspot.com
Autopista de peaje R-2 – Foto: http://dfc-economiahistoria.blogspot.com

La miopía de nuestros gobernantes en estos temas es verdaderamente preocupante. Y eso que podrían haberse fijado un poco en el ejemplo de Portugal, en donde ahora también se cobra peaje por el uso de autovías, lo que ha vaciado casi por completo este tipo de vías. Por mucho que se empeñen, el bolsillo de los contribuyentes es limitado. Si se construye una autopista de peaje, casi todo el mundo prefiere transitar por la autovía. Y si se cobra por circular en autovía —como en nuestro país vecino—, entonces los conductores comenzarán a moverse por carreteras secundarias mucho más peligrosas, ya que en ellas se concentra el 75% de la siniestralidad.

Tengo la impresión de que solo se podrá conducir a 130 kilómetros hora por las autopistas de peaje que casi nadie utiliza. Así que no se ilusionen. Si no están dispuestos a pagar por circular ligeramente más rápido, y tienen tendencia a despistarse, lo mejor es que activen el control de velocidad a 120 y se concentren en una conducción relajada y más eficiente. Aunque si lo que realmente les gusta es correr, les recomiendo que ahorren un poco para alquilar un circuito donde podrán explayarse todo lo que quieran sin problemas de multas, radares o puntos. ¿Están de acuerdo conmigo?

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10 comentarios sobre “La subida del límite de velocidad a 130, una medida inaplicable

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  2. Hola Ricardo,
    Varios puntos; en una autopsita de peaje con tres carriles y exceptuando el paso por grandes urbes, la norma de los 120 se habia quedado ridicula por escasa, solo hace falta circular a esa velocidad para ser rebasado por gran cantidad de vehiculos y sin ser estos de alta gama. Los autos han evolucionado mucho desde los años en que se fijo dicho limite en apartados cruciales como seguridad activa pasiva, y eficiencia energetica.
    Un segundo apartado es la verguenza de politica nacional (otra más) del rescate a empresas concesionarias deficitarias. El argumento es que mantener una autopista es ruinoso para el estado. Y yo me pregunto a donde van a parar toda esas tasas locales, autonomicas y estatales aplicadas al ciudadano y a su utilitario, para que podamos circular. ¡A la infraestructura publica NO desde luego, a las autovias libres de peajes no! Ahora bien la paradoja existe como tu mencionas «al no pagar»(concepto erroneo) la gran mayoria utiliza, sobrecarga y desgasta mas la careteras publicas, con lo que las necesidades de inversion aumentan. No seria más eficiciente nacionalizar las autopistas de peaje para repartir el trafico y que las autovias sufran menos desgaste y mejoren su seguridad. Es más es un error de afirmar que no las pagamos, ya las pagamos con nuestros impuestos!
    Perdon por el tocho, es más imagino que como me replicaras seguiremos hablando del tema.
    Un saludo.

    1. Hola, Xavi. Supongo que conocerás el formato de autopistas encubiertas (generalmente promovidas por las comunidades autónomas), en las que se cobra un peaje oculto. El usuario puede circular libremente por lo que en apariencia es una autovía sin tener que pagar un peaje, aunque realmente está usando una autopista gestionada por la misma empresa que la construyó. Lo habitual es que bajo el asfalto se coloque un sensor que cuenta el número de vehículos que pasan por encima del sensor, para que luego la comunidad autónoma de turno le pague a la constructora el peaje correspondiente por todos los coches que han pasado por allí. En algunas ocasiones, las constructoras colocaban el sensor antes de abrir la autopista al público, y ordenaban a todos los vehículos de la obra (camiones, furgonetas, excavadoras,…) que pasaran todas las veces que pudiesen por encima del sensor para cobrarle más dinero a la administración que había promovido la obra.
      Tienes mucha razón cuando preguntas a dónde van a parar las tasas recaudadas por el uso del vehículo. Es algo que tendría que dedicarse exclusivamente al mantenimiento de carreteras. Lo mismo que todo el pastizal recaudado por multas de todo tipo. Pero parece que todo ese dinero se ha volatilizado por arte de magia.

  3. Saludos Ricardo:

    Bueno, sobre si estás en lo cierto o no solo el tiempo nos lo dirá, y ciertamente, sería algo totalmente vergonzoso si llegara a ocurrir.

    En cuanto a lo del límite, pienso que gozamos de buenas autovías en donde se puede circular a 130 con total normalidad con buenas condiciones climatológicas, si bien, sufren de zonas donde es aconsejable bajar el ritmo debido a su lamentable mantenimiento, así que no lo veo como ninguna locura. Pero el problema surge ahí; en el estado irregular de nuestras autovías, que hacen que dicha velocidad sea adecuada durante unos «X» kilómetros y después pueda ser excesivo durante otros «X» kilómetros, lo cual demanda un buen estudio previo de donde situar éste límite en dichas autovías.

    En otro aspecto, creo que una idea interesante (y algo descabellada) para fomentar el uso de las autopistas de peaje sería tentar al conductor con lo que más desea: velocidad y no pagar mucho. O sea, que si en tan buen estado se encuentran las autopistas de peaje, que aumenten su límite a 140, o que hagan como la autobahn alemana, y bajen el precio del peaje de forma considerable. Sería interesante ver que ocurre en cuanto a uso y nivel de siniestralidad.

    Un saludo cordial.

    1. Hola, Álvaro: la semana pasada hice un viaje por una autovía que lleva abierta al tráfico desde hace menos de tres años. Además, no es muy transitada, ni pasan por ella muchos camiones, con lo que habría que entender que la carretera estaría impecable. Pues nada más lejos de la realidad. Está llena de baches, grietas y socavones. Según me explicó un ingeniero amigo mío que trabajó en la construcción de dicha autovía, se estuvo escatimando en los materiales para ahorrar dinero (una sisa a los contribuyentes en toda regla) que fue a parar a determinados bolsillos. Y eso hace que las carreteras españolas estén casi todas en un estado lamentable. ¿Te imaginas una autobahn alemana con un pequeño bache de un centímetro de diámetro? Yo he conducido por ellas y el estado de conservación es perfecto. Solo así se puede circular a 200 kilómetros por hora (a eso y a mucho más).

    1. Gracias por el link, Pedro Ballestero. He leído el artículo y hay que tener en cuenta que los limites de velocidad actuales tienen su razón de ser en el ahorro energético necesario para hacer frente a la crisis del petróleo de los años setenta. De hecho, antes de la primera crisis del petróleo, en España no había límite de velocidad y cada uno circulaba a la velocidad que quería y podía. En 1974 se estableció un límite de 130 km/h, que se bajó a 100 km/h en 1976, para fijarse en 120 en 1981 (http://www.sespas.es/informe2006/p2-5.pdf). Lo cierto es que la situación ha cambiado totalmente con coches que gastan mucho menos combustible que hace 30 años, con mayores sistemas de seguridad y capaces de alcanzar velocidades más altas. Actualmente la excusa de la administración para no aumentar los límites es la alta siniestralidad, y aquí entran en juego una serie de factores distintos como el estado de las carreteras y la propia educación vial de los conductores.

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