Ha pasado ya bastante tiempo desde que saltó la noticia de la manipulación de los motores por parte del Grupo Volkswagen y todavía seguimos sin saber cómo piensa solucionar el problema el fabricante alemán. Desde entonces, han corrido ríos de tinta y las especulaciones, rumores y chismes son continuos. Algo que parece no importarle en exceso a los responsables de comunicación de la marca que continúan sin ofrecer soluciones claras y transparentes al aluvión de clientes afectados. Si eres uno de los propietarios de un coche que puede encontrarse afectado por la manipulación, no dejes de leer este artículo.
Una de las cosas que más me molestan de este caso Volkswagen es que, como propietario de dos vehículos cuyos motores podrían estar manipulados, nadie se haya puesto en contacto conmigo para explicarme la situación. Con una cartita genérica me habría sido suficiente; pero ni eso.
La primera y más fundamental duda de cualquier dueño de un automóvil Volkswagen es si el suyo se encontrará entre los afectados por el fraude. Y creo que lo deseable habría sido una respuesta rápida por parte de la marca explicando que el motor ha sido manipulado y que están estudiando una solución. Si tenemos en cuenta que tanto la marca como los concesionarios vendedores disponen de un sinfín de datos de cada cliente, creo que lo más honesto habría sido actuar con mayor rapidez.
Recuerdo que antes aprovechaban cualquier excusa para realizar costosos mailings. Algunos incluso eran tan gruesos, impresos en papeles tan lujosos, que ni siquiera entraban en el buzón. Pero todas esas comunicaciones encaminadas a fidelizar al cliente dejaron de enviarse en cuanto estalló el caso Volkswagen. Justo en el momento más crucial, tanto la marca como el concesionario optaron por la callada por respuesta. Es comprensible: al fin y al cabo, a nadie le apetece comerse un marrón del que no tiene ninguna culpa. Y tengo muy claro que ni los responsables de la marca en España, ni la red de concesionarios a nivel nacional, son culpables activa o pasivamente del fraude.
Como ya dije en mi último podcast, yo he trabajado durante muchos años para la marca, primero en Volkswagen y posteriormente en Audi. Y siempre me había sentido muy orgulloso de ello. Es más, el nombre de Wanderer75 se inspira directamente en una de las cuatro marcas automovilísticas primigenias que fundaron Audi. Pero la actitud del consorcio a nivel mundial me ha decepcionado completamente.
Por mucho que los altos directivos de la marca tratan de minimizar la cuestión, el asunto es verdaderamente grave. Básicamente porque una manipulación del motor puede afectar al rendimiento del mismo. Cuando yo compré mis dos coches, lo hice porque Volkswagen declaraba que los motores disponían de una potencia, un par motor, un consumo y unas emisiones determinadas. Pero si en enero de 2016 Volkswagen opta por parchear todos los motores afectados —ya sea mediante software o de modo mecánico— para cumplir con la legislación sobre emisiones, las prestaciones no serán las mismas y el rendimiento del motor será peor que el que Volkswagen anunciaba cuando realicé la compra. Y de ese modo es posible que en caso de siniestro o robo las compañías de seguros se desentiendan o decidan modificar los valores venales con el consiguiente perjuicio de los clientes.
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Un comentario sobre “Pasa el tiempo y el caso Volkswagen sigue sin resolverse”