Si hemos dedicado los últimos artículos al renting y al leasing, ahora voy a prestar atención a los instrumentos financieros que más interesan a los particulares: las financiaciones tradicionales. En este post veremos que no todas son tan tradicionales.

¿Le gustaría adquirir un coche pagando nada más que la mitad de lo que vale? ¿Le interesaría utilizar un vehículo durante cuatro años y luego devolverlo, cuando empiece a ser más costoso su mantenimiento? ¿Compraría un automóvil ahora, sin desembolsar ni un euro hasta dentro de un año? Las financieras de marca han diseñado una serie de productos que lo hacen posible.
Antes de nada quiero hacer una breve reseña sobre los préstamos convencionales, los de toda la vida. Salvo que nos apoyemos en familiares o amigos, en caso de no disponer de todo el dinero, no tendremos más remedio que acudir a los créditos. Podemos ir al banco, aunque la misión va a ser complicada ya que ahora este tipo de entidades no están pasando por sus mejores momentos. También nos queda una opción que puede ser muy interesante: recurrir a las financiaciones que las propias marcas ofrecen a través de sus establecimientos financieros, creados exclusivamente para ayudar a vender coches concediendo préstamos. En este caso, las condiciones suelen ser algo más ventajosas que las que ofrecen los bancos, al igual que la posibilidad de que se aprueben las operaciones es mucho más alta (siempre que se demuestre una mínima solvencia).
Estos créditos normales no tienen ninguna particularidad especial en comparación con los que ofrecen los bancos, salvo por la circunstancia de que estas entidades suelen establecer reservas de dominio sobre el vehículo hasta que se devuelva la totalidad del capital prestado. De ese modo, se impide que el automóvil se pueda transferir sin haber cancelado antes el préstamo.

En mi opinión, los productos más atractivos no son las financiaciones de toda la vida. Por su flexibilidad, son mucho más interesantes los que ofrecen carencias de varios años, así como otras opciones a medida de cada cliente. En concreto, yo me compré mi actual coche utilizando una forma de pago que Volkswagen denomina “Compra Flexible”. Pese a que el nombre no explica mucho, casi todas los fabricantes tienen algo parecido. Sin ánimo de ser exhaustivo, y solo como ejemplo, decir que en Audi se denomina “Opción Futuro” y en BMW “Select”. Consiste en adquirir un vehículo abonando unas letras mucho más bajas durante un determinado período de tiempo. Conozco casos en los que la mensualidad baja casi hasta la mitad de lo que se pagaría en caso de decantarse por un crédito convencional. Cuando vence el plazo acordado, podemos quedarnos con el automóvil liquidando la cantidad que falta; o podemos restituir a la financiera el coche para cancelar la deuda.
Supongo que ya habrán entendido que una cuota más cómoda y asequible se obtiene con un préstamo de menos dinero. A parte del montante del crédito, también se está aplazando otra cantidad que muchas veces coincide con el valor futuro que tendrá el automóvil cuando se agote la primera operación. De tal modo que tenemos el vehículo vendido de antemano a nuestro prestamista a un precio cerrado e invariable. En el caso de que pretendamos quedarnos con él, lo que debemos hacer es terminar de pagar ese valor final, pudiéndolo hacer de una vez o a plazos.
Con un ejemplo lo entenderán mejor. Con ánimo de mejorar la comprensión, no voy a utilizar cifras exactas. Supongamos un vehículo de 21.000 euros. Con nuestros ahorros vamos a dar de entrada 4.000 euros y necesitamos que nos financien otros 17.000 euros. Si nos vamos al banco, como muy poco tendremos que abonar al mes unos 400 euros. Tras cuatro años, habremos pagado la totalidad del coche. Pero tal vez esa cuota nos parezca excesivamente alta y no nos venga bien hacer frente a un gasto fijo tan elevado. En ese caso, el concesionario puede proponernos un pago mensual durante 48 meses de unos 250 euros al mes. Y cuando llegue el cuarto año, podemos quedarnos con él cancelando los 10.000 euros que faltan. Si no los tenemos, nos lo pueden volver a refinanciar. Y si no queremos disponer más tiempo de ese vehículo, con devolvérselo a la financiera saldamos la deuda pendiente.
Ver también «El arrendamiento financiero con opción de compra: el leasing»
3 comentarios sobre “Distintos tipos de financiaciones para clientes particulares”