Probablemente los descapotables sean el tipo de coche más desconocido para la inmensa mayoría de los españoles. A pesar de que si fuésemos preguntando por la calle acerca de qué vehículo les gustaría tener muchos contestarían que un descapotable, la realidad es precisamente la contraria siendo este tipo de automóviles de los que menos se venden en el mercado español. Al contrario de lo que la gente piensa, los convertibles no son carísimos, ni están orientados a clientes exclusivos, ya que se puede decir que prácticamente todas las marcas disponen de algún modelo sin techo y a un precio no mucho más elevado que la versión normal. Entre hoy y mañana veremos los distintos tipos que se ofrecen habitualmente en el mercado.

Siguiendo con lo descrito en la entradilla, se puede decir que en España se han popularizado algo más los descapotables a raíz de la introducción en la última década del siglo XX de los techo duros o metálicos escamoteables, conocidos en algunos ámbitos como coupés cabrios. Esto implica que los grandes bulos y leyendas urbanas respecto a los descapotables siguen vigentes con toda su fuerza. ¿Por qué? Pues porque ese tipo de techos dan al vehículo capotado la apariencia de un vehículo normal, que no llama la atención.
Sin embargo, como muy bien ser refleja en esta encuesta publicada en el sitio web Clubcabrio.com, en España muchas personas piensan que los cabrios son para el verano, si es que no están destinados a clientes con mucho dinero, o que en los semáforos se te puede subir la gente. Ideas peregrinas que reflejan el desconocimiento de una gran parte de la población en cuanto a un tipo de automóviles que en otros lugares del mundo son muy populares. De este desconocimiento son en gran medida culpables los propios vendedores de coches que no explican las bondades de un convertible por una sencilla razón de índole comercial: generalmente no suelen disponer de ningún cabriolet en stock y siempre habrá atascada alguna unidad de otro tipo que debe vender con más ahínco. ¿Y quién va a ser el tonto que teniendo, por ejemplo, un coupé en la exposición al que cuesta dar salida va a ofrecerle a un posible comprador un descapotable que tendrá que pedir a fábrica? Es mucho más fácil meterle los perros en danza con las cuatro leyendas urbanas de siempre para que el vendedor se salga con la suya.
Pero antes de comenzar a explicar las diferencias entre los distintos tipos de descapotables, quiero exponer aquí una opinión muy personal que suele generar controversia. Al hilo de lo que hablaba en el primer párrafo, es bastante habitual que la gente comente que sólo comprarían un convertible si éste es un coupé cabrio de techo rígido. Y siempre les respondo que me parece un error, porque hay que ser valientes y que todo el mundo sepa que conducimos un descapotable, tanto cuando va abierto como cuando va cerrado. Por eso me gustan más los techos blandos, cuyos mecanismos de replegado suelen ser menos complejos y más ligeros. Además, habitualmente ocupan menos espacio en el maletero y tienen una verdadera apariencia de descapotable en todo momento. Y para los que digan que son peligrosos, que lean el artículo de Clubcabrio.com en donde se aclara que ni son más peligrosos que cualquier otro modelo de similares características, ni es muy corriente que los vándalos rajen las capotas de lona.
Continuará… Tipos de descapotables (II)
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