En este irreversible descenso —o regreso— al tercer mundo que estamos experimentando en España no dejan de añadirse capítulos cada vez más chuscos y vergonzantes. El último ha sido la detención de una banda que se dedicaba a falsificar de un modo artesanal, y sobre la base de modelos generalistas, automóviles de superlujo para venderlos a un precio mucho más bajo que el recomendado por los fabricantes.

Aunque a algunos lectores les cueste creerlo, los talleres intervenidos por la Policía no están localizados ni en Marruecos, ni en China, sino que se encuentran en dos poblaciones de la Comunidad Valenciana, mientras que la comercialización se realizaba en Madrid. Al parecer los detenidos se dedicaban al tuning, y era tal su arte con la fibra de vidrio que conseguían darles la apariencia de un Ferrari o un Aston Martin a los Ford o los Toyota que utilizaban como materia prima.
Recuerdo que hace tiempo en este blog un lector me preguntó cuál era mi opinión sobre las réplicas de vehículos de lujo (no les pongo el link a dicho comentario porque no lo encuentro). No me acuerdo en ese momento lo que le contesté, pero ahora sí que puedo decir que viendo las calidades de esos falsos Ferraris, el precio de 40.000 euros me parece carísimo para una tartana cutre y con un motor de mentira. No he visto nunca al natural ninguna de esas supuestas “réplicas”, pero en las propias imágenes como en las que acompañan a este post se puede observar que las calidades son de risa. Y con esto me refiero a la sensación en parado. Porque está claro que por mucho que les modifiquen el escape para que hagan más ruido, ni el sonido puede ser similar al de un vehículo original, ni su comportamiento en carretera puede dar prestaciones que no sean las de un diésel petrolero.
¡No se puede caer más bajo!.
Parece que hay un mercado boyante de falsificaciones de todo tipo de cosas, ropa, bolsos, perfumes.
Como tu bien dices por 40.000e puedes tener un deportivo actual, muy bueno y con todas las garantias del fabricante.
¡Un saludo.
Xavi: yo he dejado de comprar en ebay porque no hay más que falsificaciones.