A todos nos gustaría comprar el mejor coche usado, el más nuevo, el más cuidado, el que menos kilómetros tiene y… el más barato. Como eso suele ser bastante difícil de conseguir, hay que aprender a distinguir una buena oportunidad de un petardo que nadie quiere. En el siguiente vídeo veremos cómo.

Creo que cualquier consejo que guíe a los lectores por el proceloso mundo de la compraventa de automóviles es necesario. Los que me leen habitualmente están acostumbrados a la abundancia de sugerencias y recomendaciones, ya que es uno de los fines para los que abrí este magazine. Hoy he optado por un formato más visual, el de un vídeo producido por Valoare, un operador catalán dedicado a la compra y a la venta de vehículos de ocasión. Espero que este clip contribuya a despejar muchas de sus dudas.
Tras el visionado, me gustaría recalcar la importancia de una primera inspección visual, que debe llevarse a cabo de un modo concienzudo y meticuloso. Se debe comprobar el estado de la carrocería, que no existan rozones ni golpes, y que la chapa no dé muestras de corrosión. Por otra parte, muchos compradores se olvidan que los bajos del coche también son importantes. Aunque sea incómodo, habrá que agacharse y comprobar que no existen restos de óxido o repintes. Sobretodo si procede de zonas donde suelen producirse riadas. Lo mismo sucede en los vehículos que han estado a la intemperie en lugares cercanos al mar, ya que el salitre y la humedad atacan con mayor virulencia al chasis.
Para saber si el automóvil ha sufrido algún golpe que ha requerido reparaciones podemos buscar en los junquillos, así como en los montantes interiores de las puertas, para ver si quedan restos de pintura mal aplicada. Incluso hay chapuceros que hasta se dejan restos de la cinta adhesiva con la que tapan las partes que no van pintadas. En caso de que encontremos indicios, es importante averiguar el alcance real del golpe. Puede ser que se derive de un arañazo superficial, con lo que no tendría mayor importancia. Sin embargo, el trabajo de chapa y pintura puede haberse originado en un siniestro que haya afectado estructuralmente al coche.
Otro truco para saber si se ha reparado correctamente la carrocería puede ser el de utilizar un pequeño imán. Básicamente hay que pasarlo por la zona de chapa en la que sospechamos que puede existir una mala intervención. Si el imán se despega, en esa parte se ha utilizado masilla, lo que nos indica que la reparación es de muy baja calidad. Cuanta más masilla exista, peor ha trabajado el chapista.
Aunque pueda sonar obvio, en caso de que la inspección visual nos revele que el vehículo ha podido sufrir un golpe estructural, no tiene mucho sentido salir con el propietario a probarlo. Si ya lo hemos descartado, no es plan de hacerle perder más tiempo al dueño. Es mejor que le expliquemos que no nos interesa y que sigamos buscando por otros cauces.
Interesante vídeo, y también la explicación posterior,sobre todo el truco del imán, no lo conocía. Yo recomiendo también que un mecánico de confianza realiza la inspección de los elementos mecánicos del coche (motor, frenos,ruedas,etc) para que latasación del vehículo sea lo más justa posible.
Gracias, Miriam M. Lo del imán es un truquito que me enseñaron cuando empecé en el díficil mundo de las tasaciones. Respecto a lo que comentas de recurrir a un mecánico de confianza es básico. Es la mejor forma de salir de dudas. Sobretodo porque hay ciertas cosas que sólo un experto puede descubrir. Y si el vendedor no quiere que lo vea otro mecánico, hay que desconfiar porque es evidente que algo oculta.