En un virtual combate entre cajas de cambios, yo siempre me decantaría por una automática. Así que todos comprenderán que este artículo nace ya sesgado, sin la más mínima intención de objetividad. Incluso así, he de decir que mi coche tiene un cambio manual. La elección de uno u otro tipo depende de muchos factores y no sólo de los gustos personales del propietario. Si siguen leyendo, entenderán el porqué.
Ha quedado claro que a mí me gustan los cambios automáticos. Pero esta afirmación no la emito con absoluta rotundidad porque no siempre se puede elegir un tipo de cambio concreto. No todos los motores soportan con holgura un cambio automático, lo mismo que no todas las transmisiones automáticas son igual de buenas. Teniendo en cuenta esta premisa, nadie estaría en disposición de zanjar la cuestión: ¿qué es mejor: manual o automático?
La respuesta dependerá de muchos elementos. Prioritariamente -no será la última vez que lo lean en Wanderer 75– hay que analizar nuestras necesidades. Para ello, debemos buscar en nuestro interior y pensar si somos conductores cómodos, de los que utilizan el coche para desplazarse de un lugar a otro; o, por el contrario, nos gusta conducir, concentrados, adecuando siempre el régimen del motor a las circunstancias más adecuadas de la marcha.

Otro punto que hay que estudiar detenidamente es el modelo que queremos comprar, ya que puede darse el caso que la caja de cambios automática ofrecida para ese vehículo sea mala. Incluso hay muchas marcas que directamente no equipan este tipo de transmisiones. Y no sería lógico adquirir un automóvil que nos gusta menos, simplemente porque estábamos empeñados en que fuese automático.
Por último, también deberíamos pensar si la motorización que queremos adquirir va a tener suficiente fuerza como para aguantar un cambio automático. Y aquí viene una de mis recomendaciones: a mayor potencia, más necesario el cambio automático. Esto implica que los coches poco potentes suelen ir muy ahogados con transmisiones automáticas, haciendo que vayan más justos sobretodo en adelantamientos y en situaciones comprometidas.

Para que entiendan mejor mi anterior aserto, voy a explicar que, en mi opinión, los motores muy potentes se controlan mejor con cajas de cambios automáticas. Todo el que haya conducido vehículos con más de 300 CV, habrá podido comprobar que las salidas desde parado hacen sufrir mucho al embrague por culpa del elevado par motor que deben soportar. Esto se puede evitar en gran medida con un cambio automático, que va a transferir mejor, con más dominio y suavidad, la fuerza del motor a las ruedas.
En España cada vez están más de moda los cambios automáticos, impulsados por las mejoras técnicas que los han hecho más eficientes, más finos y progresivos, sin que los costes de adquisición se disparen –este tipo de automóviles casi siempre son más caros que su equivalente manual-. Sin embargo, la meca de la caja automática siempre ha sido Estados Unidos. De hecho, allí tan sólo el 19% de los modelos a la venta se ofrecen con transmisión manual. Es más: muchos de los conductores nunca han utilizado ese tipo de cambios y ni siquiera saben usar un embrague debido a que lo normal es hacer las prácticas y examinarse del permiso de conducir con vehículos en los que no hay que seleccionar marchas. Por eso me sorprende todavía más la noticia que he leído en El Economista en la que se hacen eco del aumento de ventas de cambios manuales, llegando a duplicarse. No obstante, este tipo de cajas de cambios siguen siendo meramente testimoniales al otro lado del Atlántico. Aunque en abril tan sólo fueron un 6,5% del total de matriculaciones, la tendencia parece que empieza a cambiar. ¿Terminaremos por ver en las películas a los actores americanos cambiando de marcha todo el rato?
Los cambios automáticos son para las personal que no les gusta CONDUCIR.
Juan Proteo: gracias por dejar tu comentario. La opinión que expresas está muy extendida en España. Sin ánimo de discrepar contigo te preguntaría si la conducción en ciudad te resulta divertida. Lo digo porque a mí me parece un rollo tener que estar todo el rato metiendo marchas y poniendo punto muerto. Por otra parte, en carretera, cuando circulamos por autovía, ponemos la marcha más larga y no cambiamos más, con lo que la conducción es igual en un manual que un automático. Si quiero conducir en una carretera con curvas, o en un puerto, puedo utilizar las levas en el volante y me parece más divertido que una caja de cambios manual. Te recomiendo que pruebes un buen cambio automático. Generalmente la gente suele cambiar de opinión. Y si no, sigue con cambios manuales que son muy buenos y fiables.