La de vendedor de coches usados puede ser una de las profesiones más denostadas que existen hoy en día. Con el gusto que tiene el ser humano por tomar la parte por el todo, es costumbre meter en el mismo saco a buenos profesionales junto con los más sinvergüenzas. Que también los hay. En este artículo mostraré algunas de las triquiñuelas más comunes que les he visto emplear a los malos comerciales.
Conozco a muchos vendedores de vehículos de segunda mano. Algunos eran profesionales rigurosos y otros no valían para nada. Aunque en el mundo del usado —algo que cada vez ocurre menos en el coche nuevo— parece darse con cierta frecuencia un fenómeno por el que el vendedor con menos principios, el más pirata, el que más morro tiene, es el que más unidades vende. A veces he llegado a pensar que parecía que hubiese un cierto tipo de clientela que estuviese deseando ser engañada por esa clase de comerciales desaprensivos. Y siempre he tenido esta impresión porque cada vendedor tiene un tipo de clientes con los que se siente más a gusto. Y ésos suelen ser a los que más engaña.
Conocí a uno que se había especializado en venderle automóviles de ocasión a gente de pueblo. Aquella costumbre se debía a que el propio agente provenía de una zona rural y los compradores, muy parecidos en forma de ser a él, sólo querían que él les atendiese.
Este vendedor tenía una capacidad innata para realizar la detección de necesidades. Sabía lo que los clientes necesitaban y todo su argumentario se centraba en esas necesidades. El problema era que siempre les ofrecía el coche que él quería. Su trabajo consistía sobretodo en convencerles de que ese vehículo era el que ellos necesitaban. Daba igual que el comprador acudiese preguntando por un utilitario, si aquel vendedor quería darle salida a una berlina —seguramente porque iba a cobrar una comisión mayor—, conseguiría colocársela. Entonces, lo primero que tenemos que hacer antes de ir a ver establecimientos de compraventa es tener claras nuestras necesidades y negarnos a que nos enseñen modelos que no se corresponden con nuestras expectativas. Es probable que tras varios días viendo automóviles y más automóviles, nuestra capacidad de decisión comience a mermar y acabemos picando en el modelo que ni queremos ni necesitamos.
Otra triquiñuela muy típica de vendedor curtido es la de intentar tapar u ocultar los desperfectos más graves de un coche. Si no se ha molestado en reacondicionarlo, hay que empezar a pensar que el concesionario quiere obtener un mayor margen de beneficio. Entonces tratarán de buscar a un despistado o a un ciego. Con suerte, si el cliente lo adquiere sin mirarlo mucho, cuando regrese diciendo que el modelo que le vendieron tenía un desperfecto siempre podrán acusarle de habérselo hecho después de llevárselo. Si comprueban que un coche tiene pequeñas faltas o daños como pequeños arañazos o golpecines y el vendedor apenas cambia de postura durante toda la conversación, enseñando el vehículo sin casi moverse, es posible que, o sufra una parálisis, o que esté tratando de tapar algún vicio importante. Para ello lo mejor es ir con tiempo para revisar bien el automóvil, centímetro a centímetro. Si el comercial trata de impedirnos está revisión, o se pone en medio estorbando, o apaga las luces, marchémonos a otra tienda. Coches en venta hay muchos. No lo olviden.
Otro problema es el de las averías latentes. Comprueben si en el suelo hay manchitas de aceite alrededor del coche, o hay en el motor. Si creen que durante una prueba dinámica no van a ser capaces de localizar una posible avería mecánica, entonces pídanle a su mecánico de confianza que acuda con ustedes, o que les permitan hacer una revisión independiente del vehículo en otro taller. Como siempre digo, si el dependiente se niega, sospechen. Lo mismo puede suceder si trata de evitar determinadas rutas bacheadas, o con muchos semáforos, o sube injustificadamente el volumen de la radio para que no se escuche el motor. Seguro que algo trata de ocultarnos.
Por último, quiero ponerles este link en el que hace unos meses expliqué cómo se podían encontrar indicios de manipulación en el cuentakilómetros. Por las estadísticas de la web, veo que es uno de los posts más leídos. Más adelante, trataré de ampliar estos artículos con más consejos útiles.
2 comentarios sobre “Típicas triquiñuelas de un vendedor de coches usados”